El Viaje Del Equilibrista como reflejo de los sentimientos en tiempos de COVID-19

Hace casi exactamente un año que mi amigo Daniel Abad y yo presentábamos el libro 'El viaje del equilibrista', que pretendía reflejar en una fábula los sentimientos que una vida freelance y de conciliación habían supuesto en nuestra elección sobre cómo afrontar nuestro día a día personal y profesional.

A ello se unía una reflexión implícita en sus páginas sobre qué es el éxito. Y si se alcanza alguna vez, si es cierto que tiene que ver con lo que hemos prestablecido como sociedad.

Para quien no lo haya leído, planteamos la vida del mejor equilibrista del mundo, que por primera vez se cae durante una actuación. Y lo que podía parecer un accidente estadísticamente normal en realidad encierra muchas preguntas latentes que le llevan a cambiar radicalmente su modus vivendi.

Hemos tenido la emoción de ver cómo muchas personas, a lo largo de este tiempo, nos han dicho que leerlo les ha ayudado. Les ha abierto los ojos. O incluso les ha llevado a revisarlo dos y hasta tres veces, subrayando los pasajes que les han impactado. Pero, más allá de eso, su relectura en tiempos de confinamiento le hace tomar una nueva perspectiva.

Queremos explicar por qué sin destriparlo enteramente. Por si, en estos días, puede ser capaz de hacernos visualizar una forma de vivir distinta a medida que vayamos recuperando la normalidad.

1.- Incluso si hemos llegado a trabajar en lo que soñábamos, a veces somos infelices. Vivimos en una sociedad en cambio constante y no tiene por qué gustarnos laboralmente algo durante 20 años. Podemos vencer ese miedo reciclándonos de manera rápida y cambiando de oficio hacia temas que nos llamen la atención.

2.- A veces, solo una parada en seco nos permite darnos cuenta de que la existencia que llevábamos no era más que una inercia y no un convencimiento. Al equilibrista le ocurre a raíz de una lesión, que le impide seguir ejerciendo su profesión.

3.- Lo que hemos construido hasta hoy ha determinado cómo estamos pasando esta pandemia. Hay personas que basan su matrimonio o su familia en verse poco y trabajar mucho. Y es en este momento, como cuando se van de vacaciones, cuando descubres si tu hogar, tu pareja y tus hijos suman como tú querías o se convierten en otro foco de ansiedad. El protagonista lo vive cuando debe pasar más tiempo en casa, quedándose fuera de rutinas que apenas conoce por viajar constantemente y sintiéndose desplazado.

4.- El dinero y la fama (aunque el primero ayuda a sobrellevar con mayor facilidad este tipo de situaciones) de poco sirven cuando algo como esto nos iguala a todos. Lo contó Andrés Iniesta en esta entrevista reciente a El Mundo y demuestra lo explicado en el primer punto.

5.´- Que la felicidad está en las pequeñas cosas se ha convertido más en un mantra new age que en un convencimiento generacional, pero mucha gente hoy lo está sintiendo de veras por vez primera. Y posiblemente sea uno de los resúmenes del libro.

Para concluir, únicamente añadiría un pensamiento: 'El viaje del equilibrista' no es un libro de autoayuda. Porque ésta, en realidad, no existe. La ayuda se pide y se otorga. Y si hay una era en la historia reciente donde esto es patente, en sin duda ésta. Dependemos de los demás para frenar el virus, para que nos hagan la compra, para sentirnos cerca. No lo olvidemos cuando, pronto o tarde, retomemos nuestra vida anterior.

Nombre

Correo electrónico

Comentario